Caminos que se bifurcan

Caminos que se bifurcan

Y en este caminar sentido y presente, recorriendo los caminos de lo que “NO FUE” Me resuenan las palabras de Federico Moccia…” Podría decirse que en al amor, el dolor es proporcional a la belleza de la historia que has vivido”.

Llena de teorías de cómo transitar y sentir lo que no fue, me encuentro contrariada, adolorida y rabiosa entre lo que es y lo que debería ser.

Cansada de tanto tironeo, me detengo y decido volver al cuerpo… Busco un lugar cómodo, me voy dejando sostener por mis apoyos y lentamente me voy adentrando en mi cuerpo.

 Aparece la imagen de mi lugar seguro, mi lugar para sanar. Es una playa con arenas blancas, a la que se ingresa por un sendero de maderas, que va bajando de un modo tan gentil que solo te das cuenta de que ya estás en la playa, cuando los dedos se hunden en la arena. 

Veo tres figuras sentadas en la orilla.

Me acerco despacio y en silencio; tomo asiento junto a ellas. Son Amor, Dolor y a esa parte de mí, LA que no entiende. Todas contemplamos el mar sin decir o hacer nada. O más bien haciéndolo todo, nos hacemos compañía.

LA que no entiende llora quedo, el Dolor le da palmaditas de consuelo y el Amor sostiene su mano.

Yo sigo ahí, en silencio, contemplándolo todo.

La parte que no entiende cómo hablando para sí dice:

 _ Me anime, Ame con el corazón, tome decisiones, honre mis sentimientos y camine mi tramo; ¿Porque no fue suficiente?!

_ Se necesita que dos caminen, cada uno su tramo, y en la confluencia de ambos nace el caminar juntos-  dice el Dolor con mucha suavidad.

Esa parte de mí que NO entiende, lo mira largamente como si fuera absorbiendo su significado.

_Si, Hoy duele, pero no me arrepiento, hice mi parte.  Elegí vivir sintiendo, en vez de una vida anestesiada. Fue lo que debió ser, aun no siendo. – Dice sopesándolo todo.

_Tranquila, Yo no me pierdo, YO SOY la red que sostiene todo y vivo en vos, en el centro de tu pecho- Dijo el Amor invitándonos a incorporarnos. _Vamos, regresemos hay un mundo por sentir. – Concluyo sonriendo.

Y así… Amor, Dolor, esa parte de mí que no entendía y mi ser en Presencia regresamos al ahora, a medida que fui tomando contacto con mis apoyos, con el sillón que me sostenía y con los ruidos del entorno.

Al abrir los ojos, llevo mis manos al pecho, algo cambio. Si bien, aún dolían un poco las expectativas, ya no pesaba lo que NO FUE. Aprendí que, aunque haya elegido abrir el corazón, compartirme entera y aceptar entero a un otro, por la razón que sea, los caminos también se bifurcan. Le gradezco a mi cuerpo ser canal y puente del adentro y del afuera, y por mostrarme siempre el camino de regreso a MI.

Hasta la próxima semana…en este espacio tuyo, mío, de todas nosotras…

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