Hace unos años era el inicio de una nueva vida. Llena de sueños, expectativas y ganas. Charlando con mi compañero de antiguas experiencias, concluyo el tema diciendo:
_ Siento que han sido “maestros”.
Él, más ortodoxo y literal me dice con voz airada.
_ ¿Maestros?! ¡No es posible que los veas así con lo que me acabas de contar!
Algo adentro mío se encogía, sintiéndome apocada y sorprendida con la reacción.
Ahora bien. ¿Qué es el fracaso?
Según el diccionario:
*Resultado adverso en una cosa que se esperaba sucediese bien. «Mi proyecto ha sido un fracaso.
*Suceso adverso e inesperado. «Sus fracasos sentimentales le llevaron a la convicción de que no había un infierno mayor que el matrimonio»
Cuando le preguntaron a Edison si se sentía fracasado por sus intentos fallidos, el respondió.
_ No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla.
Ósea que las 999 veces que no funcionaron, también le enseñaron.
Cuanta sabiduría hay disponible si nos abrimos a mirar más allá del resultado esperado.
Cuantos “fracasos” nos abren la puerta a otras posibilidades si estamos dispuestos a seguir intentándolo.
Las relaciones truncas, desacuerdos y diferencias que nos convierten en enemigos, situaciones e imprevistos traen consigo un aprendizaje, puede no ser el que esperábamos, pero que pasaría si al detenernos a sentir, cuando el viento amaine descubro que, pudo no ser lo que esperaba, pero si lo que necesitaba para aprender algo más.
Te invito a asomarte a ver, qué enseñanza nos trae envuelta, ese regalo llamado fracaso.
Por mi parte, la música siguió tocando, como dicen por ahí y hoy sigo eligiendo ver la vida como las 999 formas de Edison de no hacer una bombilla.
Te invito a visitar mi perfil de Instagram en @paola.vincenti y @focu.self.cuantico y te espero la semana próxima nuevamente en este lugar.