La importancia del tiempo presente

Hola queridos lectores! Mi nombre es Brenda y les doy la bienvenida a este espacio llamado «Palabras que Inspiran» que busca un poco llegar al corazón de cada alma que lo lea y, con cada palabra, lograr un cambio de perspectiva, una nueva mirada a las circunstancias por las cuales atravesamos.
En este, mi primer artículo, quiero hablarles y reflexionar sobre un tema que, tras la nueva realidad que vivimos, creo que tenemos que darle aún mayor
relevancia: el momento presente.
Muchas veces en la vida damos por sentado el momento presente, no le otorgamos la importancia que debería tener cada día, y sólo lo valoramos cuando
nos ocurre algo que nos saca del letargo en el cual vivimos. Puede ser una tragedia, la partida de alguien querido, un despido laboral, y todo aquello que
nos obligue a salir de lo rutinario y a replantearnos nuestra existencia. Cuando esto sucede, aunque nos cueste identificarlo, es Dios, el universo, el gran misterio o como quieras denominarlo, quien nos está hablando a través de esa experiencia y nos está indicando que cambiemos, que percibamos más el presente o que, detrás de aquel suceso, se encuentra algún aprendizaje para nosotros.
Primero nos habla en susurros. Una pequeña crisis existencial, un problema en la oficina o una discusión con un amigo, son formas que tiene la energía
universal de sacudirnos para que nos demos cuenta que estamos vivos y que, de aquel conflicto, debemos aprender algo. Mayormente estas pequeñas sacudidas no nos sirven de nada para realizar cambios significativos en nuestro modo de vivir, y es allí cuando nos encontramos con experiencias dolorosas que nos hacen replantearnos aquello que verdaderamente es valioso e importante.

Si no escuchamos cuando deberíamos, si no disfrutamos cada minuto, si no cambiamos aquello que no nos hace bien, probablemente la vida nos hablará más
fuerte para que la escuchemos.
Aprendamos a vivir en el ahora, a anclarnos en nuestra realidad cada segundo del día. La vida transcurre en este preciso instante. No esperemos a tocar fondo
para cambiar todo aquello que no queremos en nuestro camino. Vivamos como si no hubiera un mañana. Démosle al presente la importancia que verdaderamente tiene y disfrutémoslo. Disfrutemos de las pequeñas y de las grandes cosas, de nuestros seres queridos, de un buen baño, una rica comida o una buena taza de café.
Somos co- creadores de nuestra vida. Creemos una que valga la pena ser vivida.
Que tengan un hermoso martes.
Bendiciones y mucha luz para todos.
Brenda.

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