Flores de bach

Las flores de Bach, flores del alma.

Querido visitante,

Como es ya habitual vuelvo hoy a la cita semanal que todos los Lunes tenemos en este rincón del Blog de Códigos Sagrados de Agesta vuelvo donde el artículo de hoy puede sernos a todos no solo de conocimiento, sino de utilidad en nuestro día a día y por ende en nuestras vidas terrenales, hoy en este rincón hablamos sobre las Flores de Bach, llamadas también «Las Flores del Alma» por el gran beneficio (a nivel físico, mental, emocional y álmico que las flores dan que desde el primer momento, pues la esencia de las flores actúa en todos estos niveles y llega hasta la energía del alma) y sobretodo a un medio/largo plazo esta terapia totalmente natural, basada en los principios activos de algo tan bello como las flores, que la naturaleza, nuestra Madre Tierra nos otorga.

Como siempre y antes de empezar con el artículo quiero dar las gracias a todos los visitantes que semana a semana llegan hasta este rincón, ya sea desde sus inicios o por primera vez, a todos agradeceros que dediqueis unos momentos de vuestro tiempo en leer estas líneas.

Comienzo indicando que la Terapia de las Flores de Bach como su nombre indica, es una terapia, es decir un acto, una realización, natural y floral, el descubrimiento de esta terapia y el posterior uso en las personas de las esencias y del poder curativo de las flores se lo debemos Eduard Bach.

Dichas flores, sus propiedades, sus efectos y beneficios, fueron descubiertas por el médico inglés Edward Bach (1886-1936), y según este, la causa de las enfermedades son las emociones, y para curar el físico, antes hay que curar la mente.

Esta terapia que nació a principios del siglo XX y hoy en día es una terapia natural que se utiliza mucho, que está aceptada y es reconocida por la Organización Mundial de la Salud. (OMS)

Según el Dr. Bach, el uso de las flores está destinado a aliviar desequilibrios psicoemocionales y de carácter (tales como miedo, impaciencia, angustia, incertidumbre, ira, confusión, intolerancia, timidez, entre otros), para influir o prevenir padecimientos físicos y psíquicos (enfermedades)

Básicamente, Bach concibió el uso de sus remedios basándose en la hipótesis de que las enfermedades son consecuencia de trastornos o desequilibrios de la dimensión emocional-mental de la personalidad producto de un conflicto Alma-Personalidad.

Este tipo de ideas formaban parte de la concepción mística de Bach sobre la salud- enfermedad.

Para este amante de la naturaleza, especialista en bacteriología y homeopatía, los extractos de algunas flores son el medio perfecto para combatir las alteraciones y terminar con la enfermedad. Aunque resulte difícil describir la forma en la que curan estas flores, utilizaré una frase que una vez leí entre uno de sus fieles seguidores… “Las plantas tienen el poder de impregnar nuestro organismo, igual que una bella música con vibraciones sutiles y frecuencia elevada, no es captada por nuestros sentidos, pero esta esencia floral aporta los elementos positivos que necesitamos, depurando nuestro cuerpo, calmándonos y disolviendo las enfermedades.

Estos remedios florales nos equilibran psíquica y emocionalmente, reparando nuestro estado de ánimo alterado. Las flores de Bach que se emplean son 38 tipos de flores diferentes.

Las flores pueden remediar tanto estados físicos como psíquicos no deseados tales como la menopausia, migraña, dolor de espalda, dolor muscular, agotamiento, angustia, debilidad, hipersensibilidad, incertidumbre, insomnio, miedo, soledad, ansiedad, fobias, adicciones…

Actualmente, la Terapia con Flores de Bach se encuadra como una variante de terapia médica alternativa, pero su clasificación es difícil y generalmente está considerada como una variante de la homeopatía.

El método se basa en el uso de treinta y ocho remedios naturales, derivados de las flores, que inciden sobre las vibraciones energéticas más sutiles del hombre.

Con la asimilación de los remedios, que carecen de efectos secundarios y no interfieren con los medicamentos, se obtiene una mayor resistencia a los trastornos físicos, así como una mayor serenidad y aceptación de uno mismo.

Pero ¿por qué precisamente las flores?, pues porque la vida de la planta se concentra en sus flores y es que la flor donde está la semilla que después vuelve a la tierra para regenerarse de nuevo.

Así, podemos apreciar cómo, al relacionarnos con las flores y la preparación de los remedios, actuamos a través de los cuatro elementos fundamentales que regulan la armonía de nuestro planeta:

-La Tierra, que proporciona a la flor apoyo y alimento, y a nosotros nos da conciencia y sostén; sin la tierra, no podríamos existir, por lo menos tal como somos ahora;

-El Aire, que nos alimenta;

-El Fuego, que se expresa con toda su fuerza, a través también del Sol que nos nutre y nos regenera, y es un elemento indispensable en la preparación de los remedios.

-El Agua, que nutre la planta y es determinante para la vida de todo el planeta y también para nosotros, dado que nuestro cuerpo está compuesto en un ochenta por ciento por agua y, además, porque los remedios se preparan utilizando el agua como elemento base.

Así es como toda la naturaleza de los remedios se expresa a través del vínculo con los cuatro elementos que se encuentran en la base de la vida misma y son, por lo tanto, determinantes e imprescindibles.

No existe curación posible si no va acompañada por una actitud mental distinta, por la tranquilidad y la felicidad interior.

La única condición que debe tener en cuenta quien experimenta por sí mismo este método es que aprenda a reconocer honestamente sus propios estados de ánimo, asociarlos con los remedios y confiarse a ellos para recuperar el bienestar.

Bach consideraba que estas flores pertenecen a un “Orden Superior”, por cuanto cada una de ellas canaliza una vibración energética que responde perfectamente a determinadas características del ánimo humano.

Las treinta y ocho flores, por tanto, se relacionan con el paciente en función de un intercambio energético que podría definirse como “chispa divina”, o también como “potencial espiritual”, y que se clasifican de acuerdo con este potencial.

Por lo tanto, cuando un obstáculo se interpone entre nuestra personalidad y nuestro potencial espiritual, nuestro campo energético produce una vibración distorsionada que, con el tiempo, puede degenerar y activar un malestar de tipo físico.

El objetivo prioritario de las flores es el de relacionarse con nuestras características básicas, para devolverlas a su primitivo equilibrio y, por consiguiente, y a través de su vibración energética beneficiosa, recordándonos quiénes somos y cuáles son nuestras autenticas potencialidades.

Así, restablecidos, podremos por fin volver a alcanzar aquellas características primarias que forman nuestro bagaje de recursos, y que nos permiten reconocer nuestra unidad y nos confieren integridad.

A pesar de que las Flores de Bach están más orientadas a resolver problemas emocionales y mentales, también tienen muchas otras aplicaciones, de acuerdo al problema a tratar y de quienes las tomen.

Aplicaciones mentales y emocionales – Estas son las aplicaciones más conocidas de las flores de Bach, y en donde mejores resultados se encuentran.

Aplicaciones físicas – Se pueden tratar las predisposiciones mentales y emocionales a las enfermedades con flores de Bach.

Aplicaciones en mujeres – Las mujeres tienen su propia categoría de problemas físicos y emocionales, como son la pubertad, el embarazo, el parto, la lactancia y la menopausia.

Aplicaciones en bebés y niños – Desde un recién nacido que se está adaptando a un nuevo ambiente fuera del vientre materno, a un bebé o niño en desarrollo, o problemas de aprendizaje, podemos usar las flores de Bach en niños y bebés.

Aplicaciones en animales – Es bien conocido que los animales tienen emocionas, y responden a cambios y situaciones estresantes como nuevos ambientes, pareja, amos, cuidadores e hijos, por ejemplo. Podemos usar las flores de Bach para ayudarlos con estas situaciones.

Aplicaciones en plantas – Aunque la respuesta emocional de las plantas es difícil de observar, podemos usar flores de Bach para tratar a las plantas siempre se enfrenten a situaciones de estrés, traumas o cambios. Además podemos tratar plagas, enfermedades, o simplemente si observamos que aparentan estar “tristes”.

Hay bajo mi criterio unas 3 o 4 esencias de Bach, que pueden sernos de gran ayuda para curar nuestro corazón, darnos paz a nuestra mente, y tocar nuestra alma…siempre recordando que la conexión y la energía del alma, es algo que tiene un poder superior, que traspasa ya no solo toda lógica, sino que va mas allá del tiempo y del espacio, y que una conexión espiritual auténtica de almas gemelas, no puede ser borrada..ni cortada..por eso precisamente, creo que las flores de Bach, pueden dar un gran alivio para las partes más conscientes de esta conexión, pueden ayudar a tener mas paz, mas claridad en la mente, pueden darnos serenidad, pueden otorgarnos ese algo indispensable, para, si bien las conexiones de alma no pueden ser evitadas, sino que hay que aprender a vivir con ellas, esa terapia, este regalo de la naturaleza que Bach descubrió, pueda sernos de utilidad en este aprender a vivir con esta conexión.

Os dejo una descripción de todas las esencias florales de Bach, leerlas hasta el final, y creo que encontrareis al igual que yo, varias esencias que pueden dar esa ayuda a nivel personal, emocional, físico, y de alma..pues las esencias de Bach tienen ese poder, de llegar hasta el alma, (el cuerpo energético) el corazón, la mente y el cuerpo físico.

Como siempre cada uno debe quedarse con aquello que crea o sienta como cierto y piense pueda serle de utilidad.

Te gustaría conocer más en detalle que usos se le puede dar a las Flores de Bach, ingresa ahora desde aquí.

Hasta el próximo escrito en este vuestro rincón, artículo que estará dedicado hablar sobre el próximo Eclipse de Luna de Sangre. Con Infinito Amor y Agradecimiento Silvia

2 comentarios en “Las flores de Bach, flores del alma.”

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