Este es el paso a paso detallado para realizar este ritual del eclipse en luna llena, encuentra y sigue aquí al pie de la letra cada una de las instrucciones.
1.) Coloca la vela sin encender en el centro de una mesa o en tu altar. Siéntete libre de decorar el área circundante con flores, un paño/alfombra especial o tus cristales favoritos, este detalle queda a tu elección, ten la seguridad que el lugar en donde colocas y enciendes la vela sea seguro.
2.) Limpia primero tu aura, luego tu entorno y la vela utilizando la herramienta que hayas elegido. Si tu elección fue un incienso o palo santo, enciéndelo y ayuda a que su humo se expanda por el lugar en el que te encuentras, si es una campana, camina al rededor haciéndola sonar. Mientras limpias tu aura, recita lo siguiente
“Los ciclos vienen, y los ciclos se van; es hora de ver cómo se desarrolla esta rueda. Me limpio de arriba a abajo, me limpio para poder crecer. Libero la energía que sostiene mi corazón; libero la energía del pasado. Libero esta energía para poder brillar; libero esta energía a la Divinidad. Estoy limpio, estoy claro. Estoy limpio, estoy limpio. Estoy limpio, estoy limpio”.
Mientras continuas con la limpieza de tu entorno y la vela, sigue recitando lo siguiente:
“Libero y dejo ir todo lo que ya no me sirve de este espacio. Libero y dejo ir toda la energía estancada que pueda habitar aquí y en esta vela. Limpio este espacio; sólo el amor y la luz viven aquí. Mi espacio está limpio, mi espacio está protegido. Estoy completo. Estoy protegido. Gracias. Gracias. Gracias”.
3.) Ahora, recoge tu vela sin encender y, sosteniéndola en tus manos, di lo siguiente o siéntete libre de recitar lo que sientas en el momento, si quieres hacer tu rezo preferido en este paso está bien, inclusive si quieres activar tus Códigos Sagrados. En todo caso si deseas hacer una oración distinta recita lo siguiente:
“Honro los cambios de la estación. Pido a mi ser superior que me guíe hacia mi camino más elevado, para poder elevarme. Me elevo ahora hacia todo lo que he llegado a ser. Me elevo ahora tan fuerte como el Sol. Pido guía, pido paz, pido que este próximo capítulo me traiga liberación. Pido amor, pido abundancia, pido un propósito y el coraje de seguir mi corazón; para ser siempre guiado incluso en la oscuridad. Pido salud, pido alegría, pido que todo esté bien. Cuerpo, mente y alma escuchan mis llamadas. Mi deseo se ha cumplido. Todo está bien. Todo está bien”.
4.) Ahora toma tu vela sin encender y empieza por tallar tu nombre en su centro con el alfiler. Luego, alrededor de tu nombre, talla lo que deseas sentir (por ejemplo, apoyo, amor, alegría, etc.) o mensajes de tu ser superior. Puedes dibujar, escribir palabras o utilizar símbolos. No hay nada correcto o incorrecto, simplemente confía en tu intuición y talla lo que te llegue.
Si tu vela está en un tarro de cristal, puedes utilizar un rotulador para decorar el cristal.
5.) Tómate un minuto para mirar tu vela decorada. Fíjate en los temas o patrones que te hayan surgido. Fíjate en las formas y palabras que has elegido incluir. Observa cualquier pensamiento o sentimiento que surja.
6.) Ahora toma tu vela y enciéndela. Comienza a observar la llama por un momento, permitiéndote entrar en un estado de meditación. Confía en que mientras tu vela arde, está quemando todo lo que te impide sentir lo que deseas. Confía en que mientras tu vela arde, está activando la esperanza, el amor y el apoyo desde lo más profundo de tu ser.
7.) Ponte cómoda o cómodo y empieza un ejercicio de concentración, puedes realizar cualquiera que suelas hacer o esta que nosotros te compartimos, también puedes quedarte un momento en silencio y con los ojos cerrado, colocando la mente en blanco, lo importante en este paso es que logres que la paz llene todo tu interior. Intenta estar cerca de tu vela si es posible.
8.) Después de la meditación, pon las manos en el corazón y dite a ti mismo: “Te quiero”. Date un fuerte y cálido abrazo y tómate un momento para agradecerte a ti mismo todo el trabajo y los esfuerzos que has realizado durante el año.
9.) Deja que tu vela arda hasta que se apague por completo. Una vez que suceda tira sus restos como lo harías de manera normal en el cesto de basura.
Termina este ritual con un vaso de agua o una taza de té de hierbas, tomándolo en la tranquilidad y paz de tu casa. Dedica el resto del día/la noche a hacer algo relajante.