Adviento, el tiempo que lleva a la Navidad

Querido visitante,

Siguiendo con la cita semanal que todos los lunes tenemos en este rincón del Blog de Códigos Sagrados de Agesta, vuelvo hoy con un artículo en el cual hablaremos sobre un tiempo o un acontecimiento que el próximo Domingo día 27 va a tener lugar, en el artículo de hoy hablamos sobre un “tiempo” que nos marca y es la antesala de la Navidad, hoy aquí en este rincón, hablamos sobre el Adviento.

Como siempre, y antes de empezar, siendo fiel a mis costumbres, no puedo ni quiero empezar sin dar las gracias a todas las personas que hasta este rincón acuden semanalmente, y a las que sea por primera vez lo hagan, a todas agradecerles que dediquen un momento de su tiempo en leerlo.

que es el adviento

Para empezar, diré lo que es el Adviento:

El Adviento es un periodo de preparación para la llegada de un tiempo especial y lleno de magia como es la Navidad, y que empezara el Domingo día 27 de

Noviembre y terminará el día 24 de diciembre coincidiendo con la noche de Navidad; y aunque el Adviento en nuestros tiempos se relacione con las creencias cristianas, realmente el Tiempo de Adviento, es un tiempo espiritual y profundo, que prepara, ayuda al alma y a nosotros mismos en nuestras evoluciones, que ayuda a pensar, a reflexionar, a meditar, a profundizar, a la introspección, a escuchar a nuestras voces interiores, que es la voz del alma.

El Adviento nos prepara interiormente y exteriormente para algo grande, bello, especial y con un gran significado espiritual como es la Navidad, el tiempo de Adviento, que es un tiempo espiritual, de espera, de la espera de esa luz divina, de esa semilla de Amor Divino que en la Navidad, todo el mundo cristiano y espiritual conmemora, el recuerdo de la venida a este mundo de un alma grande de luz, como fue Jesús de Nazaret, Jesús el Cristo, alma gemela de María Magdalena, y que con su venida, trajo para este planeta y sus humanidades pasadas, presentes y futuras una semilla de amor divino y crístico.

El tiempo de Adviento se compone de 4 Domingos:

Hay muchas tradiciones y creencias vinculadas con el Adviento, pero la más conocida de todas es la tradicional “Corona de Adviento” que originalmente se colocaba en las iglesias o lugares de culto religioso para recordar que el Adviento litúrgicamente había comenzado.

La palabra Adviento, viene del latín «Adventus» que significa “el que viene, el que trae la palabra de Dios”.

La corona de Adviento original se compone de cuatro velas de diferentes colores y que representan los cuatro Domingos que componen este tiempo del alma.

La vela del primer Domingo es de color Morado, la segunda vela correspondiente al segundo Domingo es de color Verde, la vela del tercer Domingo es Roja y la cuarta y última es de color Blanco, y a todas estas velas se debe añadir en el centro una vela de color dorado que se encenderá la Noche de Navidad para conmemorar la Luz de la Navidad.

Todos estos colores de las velas de la Corona de Adviento tienen un significado especial no son porque sí.

La primera de color morado simboliza lo que religiosamente este morado se asocia al color del «perdón de los pecados» o la expiación de los errores, no obstante me gustaría clarificar un concepto, y que cada uno quede con aquello que sienta cierto o no en su corazón, el color lila o morado si bien es un color que se asocia a la «purificación o limpieza», o al color del perdón, no podemos creer lo que religiosamente se nos indica, pues dicen que es porque necesitamos ser purificados para recibir puros y limpios al que encarnó entre nosotros. ( y El verbo se hizo carne y encarnó entre nosotros), Dios Creador, fuente de toda vida y de todo amor, no nos castiga ni nos premia, por nuestros actos, pues su luz, su energía creadora, es siempre la misma, la energía del amor Universal Divino y Creador, esa fuerza por la cual las almas somos creadas, somos los seres humanos/almas/personas las que con nuestras acciones nos premiamos o por decirlo de alguna forma «nos castigamos» lo que a nivel de Energías Universales se conoce como la «ley de causa y efecto» o “ley del Karma”, que son todas aquellas acciones de obra, acción o palabras que hagamos en contra nuestra, en contra de nuestros semejantes o en contra de la ley de rige la Creación Divina que es la ley del Amor Universal.

Puntualizado este concepto de que Dios, no nos considera «pecadores» o indignos, podemos utilizar esta vela de color morado, si así se siente, para perdonarnos a nosotros mismos, u otorgar desde el corazón el perdón a todos aquellos que en algún momento hayan podido ofendernos con alguna acción, palabra, o pensamiento, perdonarnos a nosotros mismos por todos los momentos que nuestras acciones quizás no han sido todo lo adecuadas que debían haber sido, por todos aquellos momentos en que no hemos actuado desde el corazón etc…porque el perdón no solo ayuda a quien lo recibe sino que libera al que lo da, pues en aquellos corazones que existe un resquicio de odio, rabia, malos pensamientos, envidias, y no perdonan, no podrán dar cabida al sentimiento del amor.

La Vela Verde simboliza la sanación de todas aquellas acciones que necesitan ser sanadas o liberadas.

La Vela Roja es la vela del color del amor que siempre ha de existir dentro de nuestros corazones.

La Vela Blanca que es del cuarto Domingo, y es la que nos ha de traer a nuestros hogares, a nuestros corazones, aquella luz purificadora que viene directamente de la Fuente Divina, y que simboliza muchas cosas entre ellas el Espíritu puro de la Navidad.

Deseo que este tiempo de Adviento, tiempo de preparar nuestras vidas, hogares, almas, corazones para la llegada del Espíritu de la Navidad, sea para todos nosotros del mayor bien y provecho.

Que la luz del tiempo del Adviento representada por estas velas nos ilumine y

acompañe, y utilicemos la energía de este tiempo de preparación para abrir nuestras almas y corazones, que también puede servir como un tiempo de recogimiento interior donde podemos escuchar la voz divina de nuestra alma que siempre nos llevará por el mejor camino que es el camino de la luz y del amor.

¡Feliz Adviento!

Hasta el próximo artículo en este vuestro rincón del Blog de Códigos Sagrados de Agesta, escrito que estará dedicado hablar sobre el Libro de los Vedas y su vinculación con las Almas Gemelas.

Con Amor Infinito Amor y Agradecimiento Silvia.

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