Tienes el don de la mediumnidad

Si tus respuestas tuvieron mayoría de color Violeta, significa que tu tienes el don de la mediumnidad.

Ser médium es tener la capacidad de comunicarse con el mundo espiritual. Hay personas que nacen con cualidades especiales, que las acercan mucho más a la posibilidad de desarrollar la mediumnidad que otras.

Del mismo modo, alguien que no nació con el don natural para ser médium, puede llegar a serlo con las herramientas adecuadas, pero claro, necesitará muchísimo más trabajo, y tiene menos posibilidades de lograr el éxito.

Síntomas físicos

Los síntomas físicos de la mediumnidad son sensaciones comunes pero que, en tu caso, aparecen sin razón aparente. Por ejemplo, si sales a la calle sin abrigo y sientes frío, es normal.

Pero si estás en tu casa, abrigado y cómodo, y de pronto te recorre un escalofrío, es que has sentido algo que viene de otro lugar.

Así con todos los síntomas que se describen a continuación:

Sentir escalofríos, piel de gallina o fríos extraños, como por ejemplo una bolsa de aire frío que te envuelve

Sensación de nudo en la garganta

Sudoración de las manos

Bostezos y lagrimeo en los ojos

Pesadez en la espalda, brazos y piernas

Latidos cardíacos acelerados

Tu cuerpo, tu ser físico, ya te ha dado las primeras señales de que tienes un don para comunicarte con el mundo espiritual. Digamos que son las primeras manifestaciones de la mediumnidad.

Si todavía estás más cerca de ser médium, pueden aparecer también los siguientes síntomas:

Escuchar voces o susurros.

Ver sombras pasar por el rabillo del ojo

Tener sueños premonitorios, con ángeles, o con familiares fallecidos.

Viajes astrales espontáneos (por ejemplo, si cuando estás durmiendo sientes que tu alma te abandona y te ves a ti mismo durmiendo desde afuera).

Sentir los pensamientos o emociones de alguien que tienes al lado.

Sentir que te tocan, pero no hay nadie. Si todos estos síntomas o muchos de ellos se presentan en ti, definitivamente has nacido para ser médium. Ahora, es necesario que sigas informándote, leyendo o hasta quizá buscar un mentor, que te guíe en el camino de desarrollar esas habilidades.
¿Qué esperas para hacer uso de este don?