Retornar para ver

“El amor en su forma más plena es una serie de muertes y renacimientos. Soltamos una fase, un aspecto del amor, y entramos en otra fase. La pasión muere y es traída de regreso». -Clarissa Pinkola-

Buscando uno de mis pinceles favoritos, recorrí la casa.

Después de revisar varios armarios y cajones, caí en la cuenta de que estoy en mi hogar. Cada cajón tiene algo mío, algo elegido y guardado con sentido.

En esta especie de pausa, me detuve a sentir en el cuerpo cómo es hoy para mí, esta nueva etapa de quedarse en casa.

Suelo ir bastante para adentro, pero este estar adentro literal, me llevo a contactar que algo se siente distinto a la vez anterior.

No es la primera vez que siento la sensación de cuarentena, esa sensación de estar como ¨encerrada dentro¨, me es conocida.

Muchas veces me sentí así en mis distintas vidas, como con una sensación de incertidumbre, frío interno y anhelando abrigo.

Me sorprendo susurrando.

_Me rindo…Me rindo… Me rindo – Al repetí estas palabras, caen lágrimas.

 _ ¡Si!  me rindo al anhelo de abrigo, de amor, de ser valorada, de ser mirada, de ser elegida por un otro de afuera.

En este adentro conocido, que por años se sintió frío, negado y escondido como un vergonzoso secreto de debilidad, me senté a escuchar-me y mi cuerpo dolía. Me quede ahí, cerquita. Pensamientos de otros tiempos se agolparon en mi mente, los dejé estar… las lágrimas caían a borbotones …  también las recibí sin juicio y algo aflojó.

Este tiempo de quedarnos en casa, que vino desde afuera de mí, viene siendo más luminoso y nutricio que los otros transcurridos dentro de mí.

Estoy aprendiendo que, al habitarme y permanecer, por muy incómodo que se presente al inicio, al dialogar con ESO que emerge, así como ES…  Algo cambia, se aclara la mente, se desinfla el pecho y aparece el alivio.

Sonrío y le agradezco al cuerpo, su modo de mostrarme, cuando dentro de mi hay una parte que necesita atención y ser amorosamente mirada.

La vida puede convertirse en una experiencia transformadora cuando retornamos a lo que ya está allí y permanecemos con ello.

Al aprender a ponerle nombre a ¨eso¨ que aparece, deja de ser un obstáculo para la vida, y se transforma en una experiencia que hace que esta pueda circular y fluir con más intensidad.

¿Te animas a nombrarlo?…

Nos vemos la próxima semana en este mismo espacio, te invito a que pases y visites mi Instagram en @paola.vincenti y @focu.self …Cariños.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *