¿Cómo sé que estoy haciendo lo correcto? ¿ Cómo reconocer si estoy tomando una buena decisión? ¿ Y quien decide si elegir algo, en un momento dado, es bueno o malo? Las emociones y lo que generan en nuestro cuerpo son nuestra brújula interior.
¿ Qué te sucede en el cuerpo cuando estás por hacer algo que no te convence demasiado? Mayormente, previo a realizar alguna acción o tomar una decisión en particular, tenemos alguna emoción que se nos traduce en una sensación en el cuerpo. Podemos sentir cosquilleos en el estómago, o alguna presión en el cuello o dolor de cabeza, o presión en el pecho, nombrando algunas sensaciones como ejemplo. Si lo que vamos a realizar es lo correcto, para nosotros y nuestro sistema de creencias, nos sentimos ligeros y los acontecimientos empiezan a fluir de forma más fácil de lo habitual. En cambio, cuando lo que estemos por llevar a cabo no es bueno para nosotros, o no es el momento, empezamos a tener dudas, las cosas se nos empiezan a trabar y aparecen obstáculos en donde no los había. También el cuerpo nos envía señales. No nos sentimos bien , hay algo en el cuerpo que nos avisa que estamos por tomar una decisión que no será contributiva para ese momento de nuestra vida.
¿Les ha pasado que ante algo que no nos cierra el cuerpo no se siente de la misma forma? Lo sentimos más pesado y tal vez pensemos que nos estamos por enfermar. En ese momento es el cuerpo manifestando lo que con la mente no comprendemos.
Las emociones como brújula significa empezar a hacer caso a nuestra intuición. A esa vocecita que nos habla bajito pero que es muy sabia y nos dice las verdades que muchas veces no queremos escuchar. No siempre lo que creemos querer es lo correcto, y nos duele renunciar a aspectos de nuestra existencia que creemos indispensables.¿ Y si no está bien lo que hago y si las cosas me salen mal? Si seguimos a la mente seguramente vamos a terminar sufriendo y no concretando aquella felicidad que tanto anhelamos. Pero si seguimos a nuestro sabio interior, a nuestro espíritu, siempre va a salir todo bien. No racionalmente, no instantáneamente ya que nada se arregla por arte de magia ( a veces si, pero no siempre). Entonces confiemos que esa inteligencia superior que reside dentro nuestro ve más allá y sabe lo que es mejor para nuestra vida.
Empecemos a prestarle más atención a nuestro ser por completo, la intuición o corazonada son formas del espíritu para hacernos llegar lo que necesita para crecer y evolucionar. Es el lenguaje que habla esa luz interior para poder comunicarse y conducirnos al camino correcto. Si comenzamos a seguir sus consejos seguramente lleguemos a lugares inimaginados y comencemos a cosechar los frutos de seguir a nuestra alma.
Quiero darte las gracias por llegar hasta el final de este artículo que con todo mi corazón he escrito para ti, espero que haya sido de mucha ayuda y si te han quedado algunas dudas te invito a que me escribas a mi Instagram y con gusto te estaré respondiendo.
Te espero el próximo martes aquí en este espacio que compartimos en el Blog de los Códigos Sagrados de Agesta.
Bendiciones para ti. Brenda.
gracias