Libro «Los Cuatro Acuerdos»

Hola! Como están? Espero que muy bien!!, estoy muy feliz de volver a encontrarnos en este espacio que compartimos cada viernes en el Blog de los Códigos Sagrados de Agesta.

Hoy les quiero empezar a compartir los Cuatro Acuerdos de la Sabiduría Tolteca, que me ha dado una visión de la vida muy interesante, y al analizarla me di cuenta de lo mucho que puede ayudarnos a cambiar nuestras vidas, a evolucionar y a ser más felices.

Al ir adentrándome en esta filosofía, también me encontré que el Access Conciousness, el cual practico también desde hace un tiempo, tiene muchos puntos en común. Y no se dan una idea de lo maravilloso que es vivir la vida desde esta filosofía, solo usando simples herramientas cada día, las cuales abren incontables caminos a todas las posibilidades que nos podamos imaginar, y más aún.

En este artículo y los siguientes, resumo, analizo y comparo con otras filosofías, el libro Los Cuatro Acuerdos de Don Miguel Ruiz, y te invito a caminar éste sendero, juntos, con una sorpresa para ti que la encontrarás en el transcurso de la lectura de este artículo.

Empecemos con los Cuatro Acuerdos.

Brevemente, lo que dice la filosofía de los Toltecas, que eran personas muy sabias que vivían hace más de tres mil años en lo que hoy es el sur de México, es que todo lo que nos rodea en la vida, desde las cosas hasta los pensamientos, son acuerdos, que el ser humano viene haciendo desde que es ser humano. Todos hemos acordado que una “página” se llama así, en el idioma que sea, y les enseñamos a nuestros hijos a que le llamen página a una hoja de un libro, porque eso es lo que hemos acordado. Así también les enseñamos a nuestros niños que portarse bien o mal es tal cosa, y los llevamos a crear un acuerdo con su pensamiento. Si hace tal cosa, su creencia o acuerdo, va a ser que esa cosa sea mala o buena, depende lo que nosotros hayamos acordado previamente. Un ejemplo seria que en muchos lugares no está bien visto que los niños anden descalzos y cuando intentan hacerlo, los culpan de portarse mal y eso les genera un acuerdo en su mente, de que sentirán que están haciendo algo mal si andan descalzos. Pero en otros lugares, sobre todo en lugares cálidos de playa, los niños andan siempre descalzos! Y nadie los reta porque no han hecho ese acuerdo de que andar descalzos está mal.

Básicamente estos acuerdos son creencias limitantes que nos limitan, valga la redundancia, para evolucionar en nuestra vida.

Por supuesto que esto es lo que provoca una sociedad, tenemos reglas que seguir para que no haya anarquía absoluta y podamos convivir entre nosotros.

Pero, los toltecas encontraron que había ciertas cosas que cada persona puede manejar, sin dejar de estar inmerso en esta sociedad que vivimos, para mejorar nuestras vidas, para vivir más sencillamente y más felices y esos son los Cuatro Acuerdos, y aquí te voy a ir contando cual es cada uno.

El primer acuerdo es: Sé impecable con tus palabras.

Este es el más importante y a veces también el más difícil de llevar adelante.

Porque es tan importante la palabra? Porque la palabra crea, son energía viviente capaz de crear cualquier cosa con solo pronunciarla. Según como utilices la palabra, esta te liberará o te esclavizará. La palabra es magia, y si la utilizas para el bien, todo será mágico, pero si las utilizas mal, estarás creando magia negra.

Si tu le dices a un niño palabras agradables, estarás creando un mundo cordial, alegre, feliz para ese niño, y eso ocurre también con los adultos. Si siempre hablamos desde el amor a nuestros allegados, amigos, pareja, padres, etc, estaremos creando un ambiente lleno de energía positiva, de magia, de buenos momentos, de caricias al alma.

En cambio, si maltratas a un niño desde pequeño, este niño creerá que la vida es así, y el mismo utilizara la palabra para crear magia negra, será un niño triste, miedoso, lleno de rencor, que al crecer, no sabrá hacer otra cosa que maltratar a sus pares. Una palabra mal utilizada puede dañar muchos más que un arma.

La política y los políticos utilizan la palabra para convencer a sus seguidores, crean miedos y dependencias entre otras cosas, y así crean una sociedad llena de energía negativa.

La palabra puede crear hasta guerras, convenciendo a personas de diferentes pueblos de que los otros son malos, y deben dejar de existir. Esto es la historia de la humanidad, y lamentablemente no va a ser fácil de cambiar. Pero cada uno puede poner su granito de arena, y cambiar sus circunstancias actuales y usar la palabra para el bien.

“La mente humana es como un campo fértil en el que continuamente se están plantando semillas. Las semillas son opiniones, ideas y conceptos. Tú plantas un pensamiento y esta semilla crece. Las palabras son como semillas, y la mente humana es muy fértil!. El único problema es que, con demasiada frecuencia, es fértil para las semillas del miedo”

Cada cosa que le decimos a alguien más, es una idea que puede provocar al otro un gran daño. Si nosotros le decimos a un niño que es malo por haber hecho un berrinche, por ejemplo, el niño creerá que es malo, no que en ese momento, al tener un berrinche, hizo algo que no estaba dentro de los estándares de la sociedad, y crecerá pensando que es malo y su vida será muy triste, si no hay nadie ni nada que le haga cambiar ese pensamiento. En cambio, si al otro día, uno le dice al niño que se ha portado bien, y que es un buen niño, dejará el acuerdo anterior de lado y volverá a confiar en si mismo y a ser feliz. Pero esto no quiere decir que uno pueda suplantar las palabras dañinas que se le dicen a veces a los niños, con nuevas palabras agradables, porque los niños tienen una capacidad asombrosa de captar información y guardarla y en algún momento esas palabras feas, le harán daño.

El primer acuerdo habla de “ser impecable con las palabras” principalmente con uno mismo, pero para ello, también tengo que ser impecable al usarlas con los demás, porque si maltrato a alguien, esa persona me odiará y ese odio no será bueno para mí. O sea, que al maltratar a alguien, me estoy maltratando a mí mismo, todo vuelve a mí.

En cambio si me amo a mi mismo, me trato bien, me digo palabras agradables, podre también decirlas a otros y así volverán a mí con toda la buena energía que yo mismo creé.

Si adoptamos en nuestra vida diaria este primer acuerdo, y somos impecables con nuestras palabras, el veneno emocional irá desapareciendo de nuestra mente y ya no lo transmitiremos a los demás.  Pero además, te proporcionara inmunidad frente a las palabras de los demás, ya que tu mente no seguirá siendo un campo fértil para estas energías.

Cuando eres impecable con tus palabras, eres feliz, estas en paz y te sientes bien. Utiliza tus palabras para transmitir amor, ese es el secreto, no necesitamos juzgar si una palabra es buena o mala, solo saliendo de un corazón lleno de amor, nuestras palabras serán impecables.

Como puedes comenzar con este acuerdo, contigo mismo, empieza a romper todos los acuerdos que has creado a través de los años, creando nuevos acuerdos, por ejemplo, diciéndote que eres una persona maravillosa, que te amas mucho y que vales mucho. Y así empezarás a liberarte de esos acuerdos que te han hecho y te hacen sufrir constantemente y le darás lugar al amor en tu corazón. Una vez comenzado este camino, ese amor se empezará a ver reflejado en las palabras hacia los demás, y estarás usando tu magia para crear más amor.

Te invito a que comiences este camino que te llevara a ser muy feliz, a evolucionar y a cambiar tu vida para siempre. Te tiendo mi mano y te acompaño a caminarlo juntos.

Por eso quiero hoy hacerte este regalo para complementar esta transformación espiritual que vivimos juntos, ustedes desde ahí y nosotras desde aquí, por eso quiero hoy devolverte parte de todo ese amor que me dan cada semana aquí en el Blog de los Códigos Sagrados de Agesta y día a día en mi Instagram; desde aquí podrás descargarte totalmente de REGALO el libro de «Los Cuatro Acuerdos»

También te invito a que sigas el oráculo semanal de los Cuatro Acuerdos, en mi pagina @almasbrujasholistica donde canalizo mensajes para toda nuestra comunidad cada semana, con ejercicios prácticos para llegar a vivir la vida desde Los Cuatro Acuerdos.

Con mucho amor, Ana